Llegamos a la villa L’ainsa sobre las 20:00, recogí el dorsal,
saludos, abrazos y batallitas de las últimas competiciones. A las 20:30 charla
técnica y rápidamente a montar la tienda, cenar, unos estiramientos y a dormir.
A las
4:45 sin necesidad de despertador nos levantamos, estiramientos, esparadrapo en
las zonas habituales, vaselina, calcetines bien puestos, hay que asegurarse de
que no hay arrugas, en estos últimos años he aprendido que a los pies hay que
darles mucho cariño. Desayuno, pan de molde con membrillo, magdalenas,
galletas, pero… me falta el té, no hay té y no me da tiempo de ir a un bar,
después de pensarlo bien me tome un zumo, creo que cometí un error de
principiante!!!!!
Fuimos
entrando al campo de futbol con las primeras luces del día y una temperatura
muy agradable. Limpiar y comprobar la tarjeta sport-ident, como si fuese una
carrera de orientación o un raid. Fotos de grupo, sonrisas nerviosas, miradas
con los ojos perdidos, como diciendo, ¿Qué hago yo aquí?, los comentarios
típicos, “hay que salir despacio que esto
es muy largo…..” Me encontré con Ángel Capape, yo quería tener una
referencia tanto para el día de hoy como de cara al Ultra del Aneto, y decidí
salir a su ritmo.
Pasados
unos minutos de las 6:00 a la voz de “preparados,
listos, ya!!!!” comenzó la carrera, la salida fue rápida, es lo que tiene
hacer una misma salida para la maraton y la Ultra. Fuimos
adelantando posiciones hasta dejar el asfalto, el ritmo no decaía y comencé a
sentir molestias en el vientre, yo pensé que el zumo me había sentado mal, bajé
un poco el ritmo y dejé que se fuese Ángel y me junte con Isra, se formó un
grupo con la primera chica, el comentario general era: “vamos muy rápidos” pero nadie aflojaba, llegamos a La Fortunada km
25 con 2h20’ comer y beber, Rober me dio
unos pañuelos de papel, por si había que hacer una parada para evacuar.
Comencé
la fuerte subida hacía Tella a mi ritmo, me comí poco a poco una barrita. Como
suele suceder, la montaña pone a cada uno en su sitio, los grupos se
disgregaron. Me adelantaron Victoriano Arazo y J.Carlos Andiviela dos Sarrios
despistados, pues no andaban finos de orientación. Poco después me dio alcance
Javier Sanagustín compañero de equipo y al que no conocía personalmente pero si
sabía de sus andanzas y experiencia, y decidí adaptarme a su ritmo.
Llegamos al
avituallamiento de Tella, plátano, naranja y cacahuetes que me sentaron de
maravilla, la subida hasta el portillón de Tella no se hizo muy pesada, un
viento ligero refrigeraba bastante y fuimos adelantando a algún corredor. Desde
el collado unas vistas preciosas. La bajada hacia Bielsa impresionante, zonas
de prado, un poco de pedriza más técnica, también senda con piedras gordas con
saltos y para terminar una zona boscosa en la que se podía correr muy a gusto,
que es donde dimos alcance a los “Sarrios”.
El
avituallamiento de Bielsa, sirvió un poco de reagrupamiento, nos juntamos un
grupillo 6 -7 corredores entre los que estaba la primera chica Nuria Sierra,
después de 5h20’ había que reponer fuerzas, nos tomamos nuestro tiempo, fruta,
dulce, frutos secos y sándwich de jamón y queso. Cuando estuvimos todos listos,
con un gran ambiente de camaradería y alentados por el público y organizadores,
reanudamos la marcha para afrontar la segunda parte de la carrera.
Yo me
encontraba muy bien, había que seguir comiendo y bebiendo ya que nos esperaban
2 h de subida hasta el collado Cruz de
la Guardia, con fuertes rampas al principio entre un frondoso bosque, yo
continuaba fiel a mi táctica y seguí el ritmo de Sanagustín y no solo eso, sino
que imitaba todo lo que hacia…. Un gel, una barrita, rellenar el bote en un
arroyo, ….ahora andando, ahora trotando. Toda una lección magistral de un
maestro.
En el collado me esperaba mi hermano Roberto del que recibí muchos ánimos
“Victor, buena carrera!!!! Pero como
puede ser si tienes mejor cara ahora que las 8:00 de la mañana” la verdad es que estaba disfrutando de un
bonito día de montaña. La bajada hasta Serveto se hizo rápida, un poco antes de
Gistain, Javisa tal y como había anunciado fue acelerando y luego ya en la
bajada hacía Plan le perdí de vista, yo no quise entrar al trapo, preferí
disfrutar del momento y evitar esas molestias gástricas que siempre tengo
cuando fuerzo al final de las carreras. Ha sido un buen test que me da
confianza para poder conseguir el reto de terminar el Gran Trail Aneto-Posets.
Muy contento con el resultado final 9h11’ puesto 12.
Todo
perfecto, organización, avituallamientos, voluntarios, recorrido, comida,
diseño de la camiseta, etc….pero sin ninguna duda lo mejor, lo mejor , lo mejor….
el yogur de Saravillo.