viernes, 29 de octubre de 2010

Apenas han pasado cuatro semanas desde que volví de Alquezar, y ya me está afectado el efecto “vacío”. Un sentimiento que me invade como si me faltase algo, una inquietud que en los momentos de sosiego se apodera de mis pensamientos y hace que sueñe y busque un objetivo, en el que creer, por el que luchar, por el que esforzarme. Un objetivo que ha de ser mi Reto Personal, que ha de ser exigente pero alcanzable, tiene que aportarme un atractivo especial que me ayude a mantenerme firme y constante en los entrenamientos. Tiene que ser una prueba, en la que la mente y el cuerpo vayan al límite. “Where is the limit?” , siempre intentado tener la situación controlada.
Personalmente pienso, que las pruebas físicas con esfuerzos muy exigentes durante mucho tiempo, como pueden ser las carreras de ultrafondo; lejos de hacerme más duro como persona consiguen que cada vez me vuelva más romántico, me ayuden a valorar mucho más las pequeñas cosas diarias y le dé mucha más importancia a la suerte que tengo por poder hacer lo que me gusta cada día.

Tengo varias cosas en mente que tienen que ir madurando.

1 comentario:

XTB-XAVI dijo...

Victor...comparto tu opinión...tal vez, por tel tiempod e calidad durante los entrenos para poder meditar a solas sobre el transcurso de la vida!

Una abrazo desde Hong Kong!

¨XTB¨Xavi.